
Los hombres abandonaron las cuevas viviendo en chozas al aire libre. Estos hombres pintaron escenas de su vida diaria en abrigos (cuevas poco profundas) situados en la zona levantina: escenas de caza, de recolección de cereales o escenas de fiesta.
Entre sus características destaca la monocromía, la estilización de las figuras, la presencia de hombres y la organización en escenas.